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El Partido Popular ha inscrito esta mañana al eurodiputado Miguel Arias Cañete a un campamento de verano para niños con sobrepeso. La decisión se ha tomado tras las recomendaciones del Partido Popular Europeo (PPE), que mostró su preocupación al ver cómo el eurodiputado devoraba los canapés en las últimas jornadas celebradas hace dos días en el sur de Portugal.
«Este partido se ha preocupado siempre por la formación de sus integrantes, que es básica para que estén a la altura de los desafíos a los que se enfrentan», ha argumentado Carlos Floriano, vicesecretario general de organización del PP. «A inglés no lo íbamos a apuntar porque siempre dice que ya sabe», ha añadido.
Así pues, Arias Cañete pasará los meses de julio y agosto en un «fat camp» de Wisconsin, en Estados Unidos, muy alejado de su familia y sometido a las instrucciones de nutricionistas y entrenadores personales que prometen reducir drásticamente su índice de masa corporal «para que se adapte a los estándares europeos», en palabras de Floriano.
«Acataré la decisión», ha dicho Cañete con los ojos rojos de haber llorado mucho
«Me voy a perder el curso de verano del partido. Es una decisión unilateral que ha tomado la dirección y, evidentemente, la voy a acatar. Pero me hubiera podido participar en la toma de decisión y aportar mis propios argumentos y alternativas», ha declarado el eurodiputado con expresión severa y los ojos enrojecidos de haber llorado mucho.
El propio Mariano Rajoy ha asegurado que «es una gran idea que debería servir de ejemplo a otros partidos» y ha insistido en que Miguel Arias Cañete «hará muchos amigos este verano y no tendrá tiempo para aburrirse». Ha añadido además que él mismo se inscribiría al campamento si no tuviera otros compromisos, porque «he visto el catálogo y hacen la tira de actividades chulísimas que otros eurodiputados no se podrían permitir porque pasarán todos estos meses encerrados en despachos trabajando».
Fuentes cercanas al eurodiputado confirman que la inscripción en el campamento es vista por parte de Arias Cañete como un castigo por los resultados obtenidos en las pasadas elecciones europeas. También se comenta que el popular no tiene intención de llevarse un bañador porque no se piensa bañar. «Le da vergüenza. El año pasado, en la escuela de verano, se tiró a la piscina con una camiseta ancha», admite su compañera Soraya Sáenz de Santamaría.